La historia de nuestra empresa comenzó con Víctor, conocido por muchos como Vittorio, cuya pasión por el calzado nació a los 14 años cuando ingresó como aprendiz en una fábrica. Desde aquel día, supo que su camino estaría ligado al arte de crear zapatos. En este tiempo se especializó en cada etapa del proceso productivo, perfeccionando su oficio y cultivando un profundo respeto por la calidad.
A los 20 años, decidió emprender su propio camino y, con el apoyo de su familia, comenzó a fabricar calzado. Con dedicación y haciéndose cargo de cada proceso, en solo seis meses, incorporó a su primer empleado, marcando el inicio de lo que con el tiempo se convertiría en una empresa consolidada: HEIKO.
Con el paso del tiempo, la empresa no solo creció en infraestructura y producción, sino también en valores. Más que un negocio, se ha convertido en una familia comprometida con la excelencia y el bienestar de cada persona que confía en sus productos.